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Paula Beltrán, la alumni de Nutrición y Dietética que emprendió en la alimentación vegana

Ya sea por la crisis climática, por la protección de los animales o por decisión personal, muchos han optado por el veganismo. Sin embargo, las alternativas a la hora de encontrar productos que se adapten a este estilo de alimentación no siempre están tan a la mano y menos en regiones.

Fue ahí donde Paula Beltrán, alumni de la carrera de Nutrición y Dietética de la UDD sede Concepción, vio una oportunidad de negocio y una forma de aplicar sus conocimientos. Junto a su pololo y socio creó “Domingas, repostería vegana” (@domigasoficial), que hoy cuenta con 15 puntos de venta en el Gran Concepción, ofreciendo productos como: snickers, chocman, gansitos, galletas o tortas, todo elaborado de forma casera y libre de materias primas de origen animal.

“Entré a estudiar Nutrición porque me llamó la atención que en la malla había ramos de gastronomía. Yo siempre quise estudiar cocina y además tener una carrera universitaria, así que esto calzaba perfecto. Aprendí algunas cosas como técnicas de mantención de los alimentos, de producción desde la base, cómo hacer los etiquetados nutricionales y yo amaba esos ramos. Por mí que fuese toda la carrera así. Y todas esas cosas las puedo aplicar ahora”, cuenta Beltrán.

Destaca que “el espíritu emprendedor es constante dentro de todos los años de estudio y me ayudó mucho hacer el minor en economía. Esto me permite que yo misma calcule mis costos, los flujos de caja, etc. Aplico mucho de lo que aprendí en la universidad, porque siento que me sirve demasiado para lo que me dedico ahora”.

También relata que el camino no ha sido fácil. Siempre tuvo muy claro que no quería desarrollarse en el área clínica, por lo que sus primeros años trabajó en una empresa que ofrecía servicios de alimentación y luego haciendo consultas particulares hasta que una amiga comenzó un emprendimiento y necesitó que la abastecieran con dulces. “Partí haciendo postres en frasco. Eran tradicionales, comunes y corrientes y le puse postres Domingas, como mi gatita. Luego, la demanda creció y muchas personas nos decían que tuviéramos un lugar para poder ir a comprar por unidad”.

De esta manera, abrieron una cafetería en un centro de salud en Concepción. Y a inicios de 2019, comenzaron a vender algunas bebidas vegetales y productos veganos, pero como una alternativa dentro del menú que tenían, ya que habían notado un boom por este tipo de alimentación. “Algunas personas compraban y nos etiquetaban en redes sociales. Un día llegó alguien de un local de frutos secos y nos preguntó si estábamos interesados en venderles productos, a un precio menor, para ellos venderlo en su local. Con el boca a boca llegaron más personas y tuvimos más puntos de venta. Nosotros nunca fuimos a buscarlos”, explica la emprendedora.

Luego vino el estallido social y las ventas en la cafetería disminuyeron, hasta que finalmente cerraron. Así se enfocaron en aumentar la producción de los dulces veganos y dedicarse exclusivamente a ello, pero la pandemia fue un nuevo golpe. Con sus puntos de distribución cerrados por el confinamiento, decidieron mantener el negocio haciendo delivery de sus dulces. Una vez que se normalizó todo, retomaron el contacto con sus clientes y, actualmente, abastecen a 15 locales de Concepción, entre cafeterías, emporios o panaderías.

Paula Beltrán cree que una de las claves del éxito ha sido la dedicación y constancia, ya que ella misma transforma las recetas tradicionales en veganas, probando los reemplazos de materias primas; además de entregar un manual a los clientes para que en los puntos de venta mantengan de forma adecuada cada preparación. “También nos hemos preocupado de mantener la calidad, en eso no transamos. Hemos logrado un sabor muy similar al original y eso nos ha posicionado en un lugar privilegiado entre los penquistas. Les recuerda los sabores de infancia”, destaca.

Sobre el futuro, cuenta que “siento que hemos creado una buena empresa, con proyección. Hemos sabido hacer las cosas. Mi norte es tener una fábrica, producir mucha variedad de productos veganos e incluir pastelería fina. Que puedas ir a una cafetería a comer un macaron o un éclair vegano. Abrir el mercado, porque en Concepción no hay tantas opciones. Nos habíamos puesto una meta, con 10 puntos de venta abriríamos una fábrica, pero hoy no están las condiciones. Sin embargo, esperamos que de aquí a 2025 haya una fábrica de Domingas para toda la región y armar la gama de productos veganos más grande del sur de Chile”, concluye.