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Estrategias de pedagogía teatral para motivar el aprendizaje

El objetivo de esta propuesta innovadora es incentivar a los estudiantes a tomar un rol activo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, a través de principios de la pedagogía teatral, que propicien el logro de los resultados de aprendizaje de las distintas asignaturas.

Ritos teatrales, comedias, cine y teatro griego son algunas manifestaciones que demuestran que el teatro nos acompaña desde siempre, desde el comienzo de la humanidad y a lo largo de toda nuestra evolución. Bajo esa premisa la profesora Alda Salazar, de Concepción, incorporó esta disciplina en sus clases de Comunicación Oral, Comunicación Escrita, Lectura Crítica y Pensamiento Crítico.

El Proyecto Estrategias de Pedagogía Teatral para Motivar el Aprendizaje consiste en incentivar a los estudiantes a tomar un rol activo durante el proceso de enseñanza-aprendizaje, a través de principios de la pedagogía teatral, que propicien el logro de los resultados de aprendizaje de las distintas asignaturas.

Metodología activa

Sobre la génesis de este proyecto, la profesora Salazar aclara que “estudié teatro y, a partir de esta metodología aprendí la disciplina, luego estudié Pedagogía en Enseñanza Media con mención en teatro y mi trabajo en los establecimientos donde me desempeñé fue a partir de estos principios”.

Además, agrega que la pedagogía teatral contribuye a la comprensión del ser humano como un individuo particular, diferente, que vive en una sociedad donde interactúa. El rol del docente como facilitador de procesos guía las sesiones con un trato humano, sensible, lúdico y de libre expresión con los estudiantes; y estipula una estructura de clase compuesta por cinco etapas (preliminares, sensibilización, creatividad corporal, creatividad vocal, expresión y valoración), que parten con el juego, pasando por ejercicios de creatividad, para terminar con un espacio metacognitivo donde los alumnos analizan su proceso de aprendizaje.

“He visto como docentes, de manera intuitiva, utilizan el teatro como una estrategia, por ejemplo, a través del role-playing. Si bien, la actividad en sí misma no es pedagogía teatral, es un recurso que está dentro de la propuesta y sin duda que es beneficioso. Gracias al juego teatral los estudiantes se disponen a participar de una manera más activa y de esa forma se obtiene compromiso en interés en ellos”, comenta.

Jugar, comprender y aprender

La pedagogía teatral se basa en el juego teatral como metodología, y es en el juego donde la interacción entre los estudiantes fortalece la actividad, la emocionalidad y el respeto. Particularmente en Odontología estas estrategias no se utilizan con fines artísticos, pero sí  expresivos y de interacción, diseñando las actividades en función de ello. En lugar de trabajar para un montaje final, alumnos y docentes trabajan en pos de la expresión de ideas y sentimientos, lo que también beneficia el pensamiento crítico, aumenta la creatividad, el vínculo entre compañeros, el autoconcepto y la disposición activa al aprendizaje.

“Creo que el estudiante agradece cuando se le trata de manera personalizada, comprendiendo sus fortalezas, áreas de mejora y particularidades. Se siente escuchado, valorado y de alguna manera se le refuerza la idea de que él, a su manera, puede lograr lo que le estamos enseñando. El valor del error es fundamental para el logro de los resultados del aprendizaje, ya que como es un juego, puede equivocarse cuantas veces quiera y será el rol del docente, sus compañeros, las dinámicas y su reflexión las que poco a poco lo orienten a un cambio de acción y comprensión”, asegura la profesora Salazar.

Frente al apoyo recibido de parte de la Universidad para el desarrollo de este proyecto, la docente agrega que “quizás intuitivamente ya estábamos funcionando con la pedagogía teatral. Sin embargo, no teníamos indicadores que nos demostraran si la implementación era efectiva o si tenía otros beneficios específicos. Al contar con el apoyo de la Universidad, podemos dejar de trabajar desde la intuición y comenzar a trabajar desde la evidencia, lo que nos permite fortalecer nuestros procesos de mejoramiento docente, generando nuevas líneas de intervención didáctica y con ello, potenciar los aprendizajes de competencias en los estudiantes”.

Al preguntar a los estudiantes sobre su apreciación general del curso destacan entretención,  interés y participación, buen clima de aula, percepción y superación de logros personales y obtención de aprendizajes útiles para su futuro laboral. Además, agradecen la posibilidad de expresar ideas y sentimientos.