Este odontólogo optó por hacer de su profesión un aporte a la comunidad, logrando así mejorar la salud bucal de cientos de personas.
Ayudar a las personas y generar un cambio en sus vidas es lo que mueve a este odontólogo UDD que actualmente se desempeña en el área dental en el Sanatorio Alemán en Concepción. Esta pasión lo llevó a trasladarse por siete meses a Burundi, un pequeño país de África, una vez terminada la carrera.
Dispuesto a ayudar en lo que pudiese, Matías realizó todo tipo de trabajos desde pintar hasta cuidar niños en hogares. “Es extremadamente reconfortante que pacientes salgan de la consulta felices por el cambio que generaste en ellos. Es impagable”, comenta el profesional.
– ¿Qué te motivó a emprender el desafío de ir a trabajar a África?
Durante mi vida universitaria participé en muchos voluntariados. Sin embargo, siempre me atrajo la idea de enfrentarme a una cultura 100% diferente a lo que estaba acostumbrado. Al salir de la Universidad se me presentó la posibilidad de ir por siete meses a Burundi a través del Padre de Schoenstatt Claudio Jeria y no dude en tomarla.
En Mont Sion Gikungu, el Santuario de Schoenstatt de Bujumbura, había un sacerdote chileno que además era odontólogo que disponía de una pieza para realizar exodoncias y técnica ART ¡No dude en ayudarlo al momento de llegar!
Luego de un tiempo, me cambié a un consultorio que tenía un sillón, autoclave, amalgamador, insumos y hasta lámpara de fotocurado…Nada que envidiarle a un box de un CESFAM chileno.
Antes de irme, a mi asistente/traductor le hice una capacitación para que el siguiese atendiendo en nuestro box. En Burundi, en esa fecha, habían sólo 14 dentistas para más de 9 millones de habitantes, por lo que evidentemente era necesario que el consultorio siguiese funcionando.
– De tu paso por la UDD ¿qué recuerdos tienes?
Muchos profesores influyeron fuertemente en como soy ahora como persona y como profesional. Recuerdo siempre con mucho cariño a Dra. Norma Lozano, Dra. Milly Yañez y Dr. Rodolfo Paz con quienes tuve la suerte de hacer ayudantías en más de una oportunidad.
Hubo algunos profesores que tuvieron un papel protagónico en esa época, como el Dr. Cesar Plata, Dra. Ingrid Saelzer, Dr. Angel Muñoz y Dra. Patricia Gomez, quienes supieron estrujarme al máximo para poder dar lo mejor de mí. O la Dra. Rozas que estuvo presente incluso durante mi estadía en África, contestando todos los correos que enviaba con lo vivido en Burundi.
– ¿Crees que la UDD te entregó las herramientas necesarias para desenvolverte como odontólogo?
¡Sin duda! Creo haber salido de la universidad muy preparado, pero evidentemente hay muchas cosas que uno sigue aprendiendo en el camino. Creo que día a día se presentan oportunidades para pulirte y convertirte en un clínico más completo y exitoso.