El profesor Fernando Salgado comparte sus conocimientos con más de 150 alumnos a la semana y todos ellos han tenido que adaptarse a una nueva forma de enfrentarse a las asignaturas, de manera remota, a distancia y teniendo como su mejor aliado a la tecnología.
Es docente de Biología y Genética en primer año y Microbiología General y Oral en segundo. El profesor Fernando Salgado comparte sus conocimientos con más de 150 alumnos a la semana y todos ellos han tenido que adaptarse a una nueva forma de enfrentarse a las asignaturas, de manera remota, a distancia y teniendo como su mejor aliado a la tecnología.
Sobre esta nueva modalidad, no duda en asegurar que “la tecnología siempre nos va a ofrecer una alternativa opcional que nos permita complementar la labor académica. Sin el apoyo tecnológico de Canvas, nos habríamos enfrentado a un panorama mucho más complejo para poder abarcar los contenidos teóricos y llevarlos al entorno virtual”.
Y es que aunque esta situación no es nueva y llega luego de unos pocos meses del llamado “Estallido social”, los desafíos son diarios, complejos y muchas veces las soluciones se escapan de sus posibilidades. “Los grandes desafíos son poder entregar los contenidos con el mismo nivel de calidad que en la clase presencial; que la cátedra en línea no sólo sea leer las diapositivas y que haya interacción con el estudiante para construir de manera conjunta el conocimiento. Sumado a todo eso, está el desafío tecnológico que es lograr igualdad de condiciones para conectarnos a la red, situación que en la mayoría de los casos no depende ni de mí ni de mis alumnos”, aclara.
“Para nadie ha sido fácil”
Frente a los recursos a los que ha debido recurrir para el desarrollo de sus asignaturas, el profesor Salgado agrega que “este nuevo tipo de docencia demanda recursos adicionales de parte de los profesores, ya que esto va más allá del simple uso de las tecnologías de información y comunicación en el ámbito académico. Va desde aprender a usar la herramienta tecnológica, hasta lograr que los estudiantes se motiven, primero a asistir a las clases online, y una vez ahí, participar”.
El profesor Salgado reconoce que “para nadie ha sido fácil” este tiempo de cambios, por momentos se ha sentido agobiado lejos de la docencia presencial, tratando de “inventar” mejores estrategias para impartir las clases en línea. Parte de su tiempo lo ha destinado a buscar estrategias para aumentar la interacción con los estudiantes, situación que asume no se logra a corto plazo.
Disposición y esfuerzos para una docencia de calidad
Sobre la oportunidad que están teniendo alumnos y docentes de aprovechar las nuevas tecnologías al máximo, en pos del aprendizaje, el profesor de Odontología Concepción agrega que “me gustaría decirle a mis alumnos que no se desmotiven, que mantengan las ganas de aprender y que no pierdan la oportunidad de asistir a las clases online, pero no sólo a escuchar lo que relata el profesor, sino también a interactuar, a aclarar dudas sobre las temáticas que no han comprendido. Decirles que a pesar de la emergencia sanitaria en el país, seguiremos adelante, haciendo esfuerzos adicionales por entregarles una docencia de calidad y que los profesores tenemos toda la disposición para entender algún problema en particular o responder sus preguntas de manera cercana”, finaliza.