El joven nutircionista trabaja en el Hospital Herminda Martín de Chillán, lugar donde se desepempeña en plena pandemia por el virus Covid-19.
La cuarentena provocada por la pandemia del coronavirus ha generado cambios en los hábitos y estilos de vida de todas las personas. Frente a este escenario, el papel del Nutricionista es uno de los más consultados, no sólo a nivel particular, sino también a nivel hospitalario, donde los profesionales deben cuidar de la salud alimenticia de pacientes internados por distintas patologías.
Este es el caso de Jorge Carrillo, egresado de Nutrición y Dietética del año 2016, quien actualmente desempeña labores a cargo de la atención de pacientes renales en etapas avanzadas en el Hospital Herminda Martín de Chillán, Región de Ñuble.
“En la sección de Sedile, junto a otros 13 funcionarios, nos encargamos de la elaboración de fórmulas lácteas y enterales, con el objetivo de cubrir requerimientos nutricionales del paciente para su pronta recuperación”, explicó Jorge.
El joven profesional indica que ante la alerta sanitaria provocada por la pandemia COVID-19, se han establecido una serie de requerimientos y exigencias profesionales que ha debido afrontar con gran rapidez. “La contingencia actual no ha sido fácil de combatir. Aún así todo el personal de salud ha estado trabajando de manera permanente, a través de un plan estratégico para cubrir las necesidades que ha generado la pandemia”.
En esta misma línea recalca que la Universidad del Desarrollo fue clave en entregarle las competencias necesarias para encarar de mejor forma los desafíos laborales que hoy enfrenta. “La universidad me brindó valores y aptitudes fundamentales para poder sobrellevar de mejor manera la situación actual en salud. Entre las más importantes: el trabajo en equipo y la empatia, ambas permiten una comunicación óptima para enfrentar las dificultades del día a día”, dijo.